El/la  educador/a social en Baleares es una figura profesional que lleva realizando su trabajo como tal desde mediados de la década de los  70, en aquella época muy relacionada con los centros de menores. En los inicios de los años 80 esta figura aparece en los planes de contratación de instituciones públicas (Ayuntamientos, Consells Insulars, etc.), siendo en el ámbito del Tercer sector donde de forma más clara ha estado trabajando en los diferentes ámbitos de intervención.

En nuestra Comunidad Autónoma, como en el resto del Estado, el desarrollo de las políticas sociales han consolidado actuaciones y servicios cada vez más amplios. La incorporación de varias figuras profesionales en el campo de la educación y de la intervención social ha generado reflexiones y prácticas profesionales de acuerdo con las demandas que nuestra sociedad exige.

En esta línea, la creación del Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de las Islas Baleares, el tercer colegio profesional  en ser aprobado a nivel estatal, tiene la virtud de poder articular la participación de los y las profesionales que históricamente han desarrollado las funciones de Educadores Sociales y los nuevos titulados universitarios en Educación Social.

De manera más  concreta, la existencia del CEESIB permite:
 

  • Ordenar el ejercicio profesional, definiendo y regulando las diferentes especialidades profesionales y estableciendo las correspondientes normas orientadoras.
  • Representar los intereses generales de la profesión, especialmente en sus relaciones con la Administración, mediante la participación de los órganos consultivos de la misma, que cada vez son más numerosos.
  • Velar por la ética profesional y por el respeto a los derechos e intereses de los ciudadanos y ciudadanas.
  • Promover y desarrollar la formación profesional y fomentar el perfeccionamiento científico y técnico entre sus personas colegiadas.
  • Organizar actividades y servicios comunes de carácter profesional, cultural, asistencial, de previsión y análogos que sean de interés para las personas colegiadas y su práctica profesional. Intervenir como mediador en conflictos que, por motivos profesionales, se susciten entre los colegiados.
  • Fomentar la creación de secciones profesionales que permitan el desarrollo de los diferentes ámbitos profesionales, mediante el estudio, la promoción de actos formativos y la divulgación.
  • Articular comisiones de trabajo transversales que aborden temas que afectan a la totalidad del colectivo profesional.